Dignidad

"Aquel que cumple con su deber sin preocupación por los resultados es el verdadero hombre de sabiduría", (Bhagavad Gita)

Este párrafo, extraído del libro sagrado del hinduismo, señala que, gane o pierda, el "sabio" se mantiene siempre dispuesto a continuar luchando por sus ideales; si la realidad le es desfavorable, la autoestima del sabio no se erosiona; por el contrario, los contratiempos lo alimentan a reforzar su trabajo.

Es una lástima que en la política vernácula no abunden los "sabios" que se mantengan apegados a sus ideales. No se trata de inmolarse en el altar de las ideas sino simplemente de actuar con dignidad, sabiendo que no siempre las circunstancias de la vida nos sonreirán.

Ya no sorprende a nadie que quien llega a la función pública por un espacio político, encarnando determinados valores, los cambie tan pronto como las circunstancias o el mero oportunismo se lo aconsejen.

También están quienes llegan a un cargo público desde el "tercer sector" (el de las ONG’s) y traicionan los intereses que decían representar cuando estaban en el llano.

En la política pilarense acaban de aparecer nuevos "Borocotó", saltimbanquis que hasta hace unos meses defendían la intervención estatal en materia de seguridad, y ahora aceptan que sean los privados quienes tomen el control de las decisiones. Me refiero a la propuesta de algunos barrios cerrados que, con la aprobación de los foros de seguridad, proponen instalar garitas de seguridad en la Panamericana, con policías de la provincia, o eventualmente gendarmes.

Hace varios meses, enfrenté al presidente de la bancada zuccarista del Concejo Deliberante por lo que ya era casi un hecho: la conformación del OSIC, un organismo que bajo el manto de ser un espacio que garantizaría la participación de todos, era en realidad la cabina de mando que el gobierno había diseñado para "privatizar" la seguridad en manos de los clubes de campo.

Presenté y debatí ante la comisión de seguridad del HCD la necesidad de desechar estos engendros privatizadores, y avanzar en la conformación del Foro Municipal de Seguridad, en el que deberían participar no sólo los foros, y cualquier ONG, sino también el jefe del gobierno local. Es lo que establece la Ley Provincial de Foros. Y en Pilar no se cumple.

A pesar de su vigor inicial la iniciativa gubernamental fue finalmente archivada. Pero como el Ave Fénix, los privatistas volvieron a la carga, y lograron convencer a los foristas y a otras ONG’s como la Cámara de Comerciantes de Del Viso. Su titular, entrevistado el pasado lunes en Materia Prima (FM Plaza), tuvo expresiones lamentables: queriendo justificar las garitas sobre la Panamericana (propuestas por el emprendimiento Ayres del Pilar), dijo que "las garitas no son exclusivamente para controlar a los countries" (reconoció que son para eso, pero no con exclusividad), y finalizó con sinceridad brutal: "esto va a estar controlado y monitoreado por los barrios cerrados, que son los que pagan".

Hasta hace algunos meses, los foristas se oponían a que haya policías en los bancos, porque entendían que eso quitaba efectivos para los barrios. Ahora aceptan que los policías salgan de las garitas de seguridad de los bancos, para ir a las garitas de seguridad de los countries. Deberían entender que esta seguridad casi privada, priva de seguridad a la mayoría de los vecinos. Por creer que la plata otorga derechos, en los 90 se privatizó casi todo. Y así nos fue. En materia de seguridad pública, necesitamos que las decisiones sigan siendo públicas. Ya bastante desigual es nuestro distrito como para tolerar más inequidad y desintegración.